El Oro Nazi



Testigos de un operativo secreto

Una noche de abril de 1945, los campesinos que vivían en las cercanías del lago Toplitz fueron sacados de sus camas por oficiales del Servicio Secreto nazi para que los ayudaran a transportar varias cajas pesadas. Los sobrevivientes, obligados a participar en la operación militar, recuerdan que depositaron el cargamento a la orilla del lago. Al día siguiente las cajas habían desaparecido.

Un mes después, los lugareños dicen que vieron en la zona a Adolf Eichmann, el coronel ejecutor de la "solución final", y a Ernst Kaltenbrunner, que era el responsable del Servicio Secreto.

Tras sus huellas

Fue la causa de varias expediciones y muertes misteriosas y de muchos libros. Pasados 60 años desde el momento en que oficiales nazis ocultaron cajas de metal en las profundidades del lago Toplitz (en el sur de Austria), se está haciendo ahora un nuevo intento por recuperar el legendario oro perdido del Tercer Reich.

El gobierno austríaco dio autorización a un equipo norteamericano para que realice una expedición hasta el fondo del lago, que está lleno de troncos.
Hay buscadores de tesoros que visitan en gran número el lago Toplitz desde que un grupo de nazis reaccionarios se recluyeron en esta pintoresca región de los Alpes austríacos durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial.

Mientras las tropas de los Estados Unidos se acercaban y Alemania estaba al borde del colapso, los nazis trasladaron las cajas hasta el borde del lago ¿con la ayuda de vehículos militares primero y con carretas tiradas por caballos después¿ y las hundieron allí.

Nadie sabe con exactitud qué había adentro. Algunos creen que en su interior se encuentra el oro que saquearon las tropas alemanas en Europa y llevaron a Alemania. Otros aseguran que contienen documentos que muestran que los activos confiscados a las víctimas judías están escondidos en cuentas de bancos suizos.
La compañía estatal que controla este lago, la Bundesforste AG, firmó un contrato con Norman Scott, un cazador de tesoros norteamericano, que espera resolver el misterio.

Scott dará comienzo a un detallado rastrillaje submarino en este lago de 107 metros de profundidad, a pesar de que hay un profundo escepticismo oficial de que ya no haya nada que encontrar allí.
"Ignoro realmente si hay algo allí abajo, pero queremos resolver este misterio de una vez por todas", aseguró Irwin Klissenbauer, director de la Bundesforste AG.



Klissenbauer indicó que, según el acuerdo ¿que permite al equipo norteamericano bucear en el lugar, cualquier tesoro que se encuentre se dividirá entre los norteamericanos y el Estado austríaco.
"No cabe duda de que si recuperan algo que tenga un dueño que se pueda identificar, debemos devolverlo, por lo que marca la ley de Austria", agregó.

No es ésta la primera vez que los exploradores intentan recuperar el legendario oro perdido de este lago. En 1947, un buzo de la Marina de los Estados Unidos se enredó con los muchos troncos que están sumergidos allí y se ahogó.

Luego, en 1959, un equipo financiado por la revista alemana "Stern" tuvo más suerte. Logró recuperar 72 millones de libras esterlinas falsificadas que estaban ocultas en las cajas, y una máquina de imprenta. Esas libras, resultó ser, formaban parte de una operación secreta de falsificación, la llamada Operación Bernhard, que había sido autorizada personalmente por Adolfo Hitler para debilitar a la economía británica.

En 1963, el gobierno austríaco impuso una prohibición a las exploraciones después de que otro buzo, conducido hasta este lago por un oficial de las SS, se ahogó durante una inmersión ilegal que realizó. Las expediciones recientes tuvieron éxito algunas veces y en otras oportunidades fracasaron.

En 1983, un biólogo alemán descubrió accidentalmente más libras británicas falsificadas así como numerosos cohetes y misiles de la era nazi que habían estallado en el lago, además de un gusano previamente desconocido. El último equipo de buzos que exploró el lago, en 2000, tuvo menos suerte. Al cabo de tres semanas de búsqueda, con la ayuda de una cápsula submarina para buzos, lo único que encontró fue una caja de latas de cervezas, que al parecer fueron arrojadas al lago por un bromista.

Scott, de 72 años, asegura haber descubierto pistas recientes en archivos de Berlín y Washington que lo condujeron hasta este lugar. Algunos creen que estaría en lo cierto y recuerdan que el fondo del lago Toplitz está cubierto de una gruesa alfombra de troncos. Cualquier tesoro tiene que estar escondido debajo de ellos.

Pistas para encontrar valores robados

En las últimas décadas se han seguido pistas que han llevado a la localización de partes del tesoro nazi. Estos son algunos de los valores que corresponderían a las víctimas del Holocausto.
Oro, dinero en efectivo y otros valores robados por los nazis y depositados en bancos suizos de un valor inestimable, según el Congreso Judío Internacional.

Todo esto, dinero depositado en cuentas de bancos británicos de las que muchas podrían haber pertenecido a víctimas del Holocausto.
La Comisión Tripartita que se creó tras la II Guerra Mundial por parte del Reino Unido, EEUU y Francia pudo recuperar 5,5 toneladas de oro que los nazis habían robado. Desde entonces han sido reclamadas por parte de varios países.

La Santa Sede podría haber recibido una cantidad inmensa de dolares en forma de oro por parte del Gobierno fascista ustachi de Croacia que había saqueado el oro de los judíos, serbios y gitanos.
Los bancos suizos han establecido un fondo de ayuda para las víctimas del Holocausto.

Otros objetos de valor que fueron robados por los nazis a las víctimas del Holocausto. Los bancos suizos han declarado que parte de los fondos que están en su poder podrían distribuirse a grupos como los gitanos, homosexuales o los discapacitados pero aun no hay solución a aquello.

Se usaron tractores Lanz para ocultar el oro



Heinrich Lanz AG remonta sus orígenes a 1859 cuando es fundada por Heinrich Lanz (1838-1905) en Alemania.
Esta fábrica de maquinaria pesada tuvo vida hasta poco después de la Segunda Guerra Mundial, donde comienza un proceso de adquisición por la firma John Deere y en 1960 cambia de llamarse Heinrich Lanz AG Mannheim a John Deere-Lanz AG, para luego desaparecer todo rastro de Lanz.

Se conoce como al oro nazi, el oro que fue confiscado a los judíos y el saqueado a los países ocupados bajo la forma de botín de guerra. Según los cálculos el oro nazi habría ascendido a varios miles de millones de dólares, después de la Segunda Guerra Mundial la onza de oro se fijó en 35 dólares, actualmente vale más de 500 dólares.

Estos últimos años en Chile, Argentina, Perú y otros países se ha visto alemanes, comprando tractores marca Lanz año 1945 mejor conocidos como Lanz BullDog 1945, que en los cigueñales tengan números de serie terminados en 707 y 747. Aparentemente el oro habría sido fundido en piezas de los tractores, aproximadamente 2 kilos. Esa es la razón de las grandes sumas pagadas por cada tractor. Se estima que en Chile más de 1000 tractores Lanz BullDog 1945 han sido comprados y envíados de vuelta a Alemania.

Los compradores más conocidos en Chile según reportaje de TVN, son los hermanos Tisch, los cuales compran los tractores Lanz en hasta 3 mil dólares y que viajan constantemente a Chile. Se esperan de regreso en octubre.
Se ha especulado mucho sobre el oro nazi, se dice que el Vaticano habría recibido parte en pago por haber ayudado a escapar a los nazis después de la Segunda Guerra Mundial. También se dice que el oro nazi fue a parar a Suiza, que fue hundido en lagos de Austria o escondido en Alemania. También se dice que fue cargado en submarinos con destino desconocido.

Si alguien tiene tractores debería contactarse con algún historiador para descifrar definivamente el misterio o bien venderlo a estos caballeros, los hermanos Tisch, a los cuales pueden ubicar en su correo de Yahoo.

En Argentina hubo una red para lavar dinero nazi

En un extremo están los planes que, en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, trazaron los jerarcas nazis para poner a salvo de los aliados los recursos económicos de empresas alemanas. En el otro está el sostenido crecimiento de empresas alemanas en la Argentina a comienzos de la década del 50. Los sucesos que unen ambos extremos se enmarcan dentro de un complejo proceso de lavado de activos de magnitudes insospechadas y del que se ocupa el libro "La Conexión Alemana", de reciente aparición.

El libro, escrito por la periodista alemana Gaby Weber, rastrea los pormenores del engranaje que según su investigación, diseñaron los nazis y el gobierno argentino para ocultar dinero alemán. Y se concentra en el caso de la sucursal de Mercedes-Benz en la Argentina. Weber, en diálogo con Clarín, explicó que su obra "es una descripción del lavado de dinero que se produjo en dos épocas específicas: durante el gobierno peronista, entre 1951 y 1955, y a través de la inteligencia norteamericana, entre 1957 y 1959".

La periodista recopiló durante cinco años una cantidad considerable de información a partir de archivos reservados para llegar a la conclusión de que en el gobierno de Juan Domingo Perón se montó una compleja red de colaboración económica con los nazis. Red de la que dice Weber, se beneficiaron industriales alemanes y políticos argentinos. Se habrían lavado más de un billón de dólares procedentes del Tercer Reich. El libro precisa que el lavado de activos se hacía en dos formas: sobrefacturando el valor de las exportaciones alemanas o haciendo facturaciones sobre transacciones inexistentes.

Del debate sobre la ruta de estos fondos en Argentina también se ocupa el documental "Oro nazi en la Argentina".
Tanto el libro de Weber como el documental, del fallecido director Rolo Pereyra, pretenden develar el rol que cumplieron altos funcionarios del gobierno argentino en estos oscuros manejos.



Buscadores de tesoros dicen que encontraron parte del oro nazi

Buscadores de tesoros alemanes aseguran haber encontrado en una cueva en la frontera entre Alemania y la República Checa un depósito con unas dos toneladas de oro que pudieron haber escondido los nazis al término de la Segunda Guerra Mundial.
El alcalde de la localidad sajona de Deutschneudorf, Hans Peter Haustein, declaró a la prensa que el metal precioso se encuentra en una pared rocosa que fue construida por el hombre y que ahora se encuentra semiderruido.

Añadió que el oro se encuentra a unos 20 metros de profundidad, en una caverna en la que desemboca el pozo, al que se pretende acceder, una vez preparado el terreno y cuando se disponga del material técnico necesario.
El alcalde de la pequeña localidad germano oriental afirmó que los análisis realizados con aparatos electromagnéticos confirmaron que el metal hallado no es hierro y que "solo puede ser oro, quizás plata".

"Puede tratarse de oro del salón de ámbar de los zares u otro tesoro", dijo Haustein, que desde hace años busca en las montañas que separan Alemania de la República Checa tesoros que los nazis pudieron ocultar cuando se produjo la caída del Tercer Reich.

Haustein es apoyado en su búsqueda por Christian Hanisch, un buscador de tesoros aficionado del norte de Alemania, que basa sus investigaciones en anotaciones dejadas por su padre, radiotelegrafista de la Luftwaffe durante la Segunda Guerra Mundial.

Según Hanisch, su padre anotó las coordenadas de varios depósitos secretos en los que los nazis ocultaron supuestamente tesoros al final de la guerra y la sima artificial en la que presuntamente hay oro coincide con los datos apuntados por el soldado de la Luftwaffe.

El oro y los archivos del Vaticano

En Diciembre de 1997 se reunieron en Londres historiadores y expertos de 41 países para tratar sobre el oro robado por los nazis durante la II Guerra Mundial. El resultado más concreto de la Conferencia fue crear un fondo intergubernamental que compense a los 300.000 judíos supervivientes. Pero sólo ocho Estados se han comprometido a contribuir a ese fondo. Tampoco hubo un acuerdo pleno respecto a la apertura de los archivos de los distintos países para investigar este asunto. Entre otras reclamaciones, el Consejo Mundial Judío criticó al Vaticano por no abrir sus archivos a todos los investigadores.

La Santa Sede participó en la conferencia con dos observadores. A los cinco días de concluir la Conferencia, el jefe de la oficina de prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, desmintió una vez más las informaciones de que en 1945 el Vaticano recibió en depósito 200 millones de francos suizos en piezas de oro conseguidas por los fascistas croatas de Ante Pavelic. Según Navarro-Valls, "las investigaciones realizadas en los archivos confirman la inexistencia de documentos relativos a este tema y, por tanto, desmienten cualquier supuesta transacción atribuida a la Santa Sede".

Respecto a la apertura de los archivos, Navarro-Valls señaló que "ningún aspecto de la actividad de la Santa Sede, incluido el diplomático, está separado de su misión esencialmente religiosa y espiritual. La documentación del archivo se refiere, indistintamente, a problemas de orden religioso y delicadas cuestiones personales de conciencia (fuero interno), sobre las que se piden y se ofrecen consejos y directivas para la vida espiritual de las personas, cuya esfera privada debe ser respetada siempre, incluso después de la muerte de los interesados".

El portavoz vaticano también recordó que, por deseo de Pablo VI, ya se publicaron las Actas y documentos de la Santa Sede relativos a la II Guerra Mundial, preparadas por cuatro historiadores jesuitas, bajo la dirección del norteamericano Robert A. Graham (ver servicios 70/97 y 86/97). El P. Pierre Blet, el único de ellos que aún vive, ha sintetizado recientemente los resultados en el libro Pío XII y la II Guerra Mundial a través de los Archivos del Vaticano, editado por Perrin en Francia. Navarro-Valls dijo que "el examen exhaustivo de los documentos pertinentes permite afirmar que no hay nada que añadir a lo que ya se ha publicado".



La responsabilidad de Suiza y mas sobre la conferencia

Uno de los países que tiene asegurado ser objeto de discusión es Suiza que, por su negociaciones con los nazis durante la II Guerra Mundial y la retención de una cantidad importante de oro nazi tras la contienda mundial, ha sido acusada constantemente sobre todo por parte del Congreso Mundial Judío.

Herido por las críticas que han dañado la autoestima del país, el Gobierno suizo y los reservados bancos han respondido. Los bancos helvéticos decidieron la fundación de un fondo para las víctimas del Holocausto. Un comité independiente dirigido por Paul Volcker, antiguo presidente de la Reserva Federal norteamericana, logró que se abrieran los archivos bancarios, algo sin precedentes. Los bancos han publicado listas de cuentas durmientes, aunque muchos otros depósitos se perdieron para siempre.

El papel que jugó Suiza en el apoyo financiero a la Alemania de Hitler se examina en un estudio del historiador suizo Jean-François Bergier.
El Gobierno suizo ha propuesto una Fundación para la Solidaridad en favor de las víctimas de la persecución.

Venta de Petroleo
Thomas Borer, el diplomático encargado de coordinar la respuesta helvética al escándalo del oro nazi, declaró que estaba preparado para lo peor, que tienen una respuesta «apropiada» y que «existen puntos oscuros en otros países».
Borer dice por ejemplo que Estados Unidos vendieron crudo al III Reich a principios de los años 40 que Alemania pagó con francos suizos, obtenidos previamente en la venta de oro robado al país helvético.

En un informe de Stuart Eizenstat, subsecretario de comercio de Estados Unidos y cabeza de la delegación norteamericana para este evento, se critica a EEUU por no haber presionado más a Suiza y otros países neutrales como Portugal después de la guerra para que devolvieran el oro proveniente de negocios con los nazis.

España, Reino Unido, Rusia y el Vaticano: Implicaciones de la conferencia sobre el Oro

En la conferencia cada delegación expuso sus particularidades, incluida la de la Unión Internacional Romaní que representó los gitanos perseguidos por los nazis.

España.- Enrique Múgica, presidente de la comisión creada por el Parlamento para investigar las transacciones con España de oro procedentes del III Reich, presentó un informe en el que explicó los fines que persigue esta comisión y la marcha de los trabajos a raíz de los estudios de los archivos públicos y privados.

Vaticano.- Se espera que la Santa Sede reciba presiones para abrir sus archivos sobre el oro que oficialmente han sido cerrados para un periodo de 100 años. Informes del servicio de inteligencia norteamericano descubiertos recientemente implican al Banco del Vaticano en transacciones con la Alemania nazi y sus aliados.

Rusia.- Moscú teme que la conferencia quiera esclarecer algunos datos sobre otros tesoros robados, que incluye obras de arte confiscadas por Alemania como botín de guerra por las tropas soviéticas.

Reino Unido.- El ministro de Exteriores, Robin Cook, dijo que los restos de oro que mantiene la Comisión Tripartita (creada por EEUU, Gran Bretaña y Francia en 1946 para devolver el oro recuperado por los aliados a los países que habían sido ocupados por los nazis) debería reunirse en un fondo internacional para compensar a las víctimas del Holocausto y sus familias, especialmente las llamadas víctimas dobles que residiendo en países del Este no recibieron ningún tipo de compensación.

Alrededor de 5,5 toneladas de oro -menos del 2% del total inicial de este metal precioso- se encuentran aún en el Banco de Inglaterra y en la Reserva Federal norteamericana. Su valor actual es de cerca de 70 millones de dólares (unos 10.150 millones de pesetas). El Reino Unido ha declarado que los 10 países que legalmente tienen derecho sobre el oro deberían abandonar sus reivindicaciones.

El Gobierno británico admitió recientemente que parte del oro nazi depositado en el Banco de Inglaterra podría haber sido saqueado de víctimas judías en los campos de concentración. Pero el Departamento de Comercio e Industria no ha publicado aún un estudio sobre las expropiaciones de cuentas en el Reino Unido que pertenecían a víctimas del Holocausto.