El infame y racista sacerdote Josef Tiso



Tiso, que era sacerdote católico, como presidente de Eslovaquia durante la Segunda Guerra Mundial, entregó en total 60 mil judios eslovacos a los nazis para que mueran en campos de concentración, y además pagó una compensación económica a los nazis por cada judío entregado.

Los nacionalistas eslovacos, por su parte, en sus sueños de soberanía, admiran a Josef Tiso, líder del único Estado eslovaco en los tiempos modernos, colaborador de los nazis y responsable del genocidio de los judíos de su país. No es de sorprender que slogans antisemitas aparezcan en las calles de Bratislava y otras ciudades eslovacas.

Josef Tiso desempeñó la presidencia del Gobierno de Eslovaquia durante seis años (1939-45) y promovió la deportación de decenas de miles de judíos hacia los campos de exterminio nazis. Especialmente cuando entraron en vigor las leyes raciales y discriminatorias del llamado Códice hebreo (1941).

Las cifras demuestran que 57.837 judíos eslovacos fueron deportados en 1942 y que únicamente 300 sobrevivieron al genocidio. Josef Tito promovió un epílogo a las normas de pureza étnica, entre las que se encontraba la eliminación de la población gitana de Eslovaquia gracias a los métodos de exterminio de Hitler.

El plan del monseñor católico sirvió para enriquecer la tesorería del régimen nazi, entre otros motivos porque un acuerdo bilateral establecía que el régimen colaboracionista y títere de Bratislava se comprometía a pagar 500 marcos por cada una de las cabezas sacrificadas en los campos de concentración germanos.

¿Por qué el Vaticano se mantuvo ajeno al comportamiento de Josef Tiso? ¿Es cierto que Pío XII prefirió abstenerse de intervenir? Unas y otras cuestiones vienen a cuento porque un historiador alemán, Hans Jakob Stehle, ha encontrado una serie de documentos que ponen en evidencia la pasividad de la Santa Sede.

Llama la atención una carta, redactada en 1942, por monseñor Domenico Tardini, llamado a convertirse en el secretario de Estado de Juan XXIII. «Podemos entender que la Santa Sede no esté en condiciones de influir sobre Hitler pero ¿quién puede comprender que no sea capaz de detener a un sacerdote?», se preguntaba Tardini mientras el padre Tiso proseguía con los planes de deportación y exterminio.

La caída de Hitler y el hundimiento del Estado marioneta de Eslovaquia pusieron fin a la limpieza étnica. Tiso intentó refugiarse en Austria y en Alemania, pero los soldados norteamericanos consiguieron arrestarlo en el exilio y lo pusieron a disposición de un tribunal checoslovaco que emitió la sentencia de muerte en 1947. Fue entonces cuando el Papa Pío XII intentó mediar en la salvación del genocida, esta vez argumentando que un sacerdote católico no podía morir ejecutado en la horca. Fue inútil; el presidente checo Edvard Benes firmó la ejecución después de un proceso judicial de 138 días.

Tempranos días

El Monseñor Jozef Tiso nació en 1887 y fue ejecutado en 1947. Nacido en Veľká Bytča (hoy: Bytča), se graduó en Viena en 1910 como teólogo, ordenándose posteriormente como sacerdote católico. Desempeñó su labor sacerdotal en varias ciudades, desempeôando también tareas docentes: enseñó gramática eslovaca, teatro y trabajos culturales.

Al principio de la Primera Guerra Mundial sirvió como capellán militar. En 1915 fue nombrado director del seminario teológico de Nitra. De 1921 a 1924, sirvió como secretario del obispo y profesor en el mencionado seminario. En 1924 fue nombrado deán de la parroquia de la ciudad de Bánovce nad Bebravou.

Carrera en política



Tiso se convirtió en uno de los líderes del Partido del Pueblo Eslovaco. El padre Andrej Hlinka había fundado el partido de la gente eslovaca como agrupación católica en 1913, cuando el Imperio Austrohúngaro todavía gobernaba Eslovaquia.

El partido buscó la autonomía de Eslovaquia dentro de Checoslovaquia y, después de que 1923 se convirtió en el mayor partido de Eslovaquia. Abarcó uno de las dos partes puramente eslovacas en Eslovaquia; los partidos restantes representaron a minorías nacionales, o funcionaron (por lo menos nominalmente) a través de Checoslovaquia. Cuando Hlinka murió en 1938, Tiso se convirtió en la práctica en el líder del partido (actúo oficialmente como diputado-líder del partido a partir de 1930 hasta el 1 de octubre de 1939, fecha en la que pasó a ser el líder oficial del partido).

Incluso durante su presidencia, Tiso continuó trabajando activamente como sacerdote de la parroquia de la ciudad de Bánovce nad Bebravou (desde 1924 a 1945). Desde 1925 a 1939 fue diputado en el parlamento checoslovaco en Praga, y a partir de 1927 y hasta 1929 miembro del gobierno checoslovaco como ministro de la salud y los deportes, posteriormente del 6 de octubre al 28 de noviembre de 1938 formó parte del gobierno checoslovaco como ministro para los asuntos eslovacos.

Hitler anexa los sudetes y Tiso llega al poder

Efigie de Josef Tiso en una moneda eslovaca emitida en 1944.


La Alemania de Adolf Hitler anexó los Sudetes (región de Checoslovaquia que contaba en 1938 con un amplio sector de población germanófona) y el presidente checoslovaco Edvard Beneš huyó del país en octubre de 1938. Durante el caos que resultó, los eslovacos (quiénes hasta entonces habían carecido de cualquier forma de autonomía dentro de Checoslovaquia) declararon su autonomía dentro de Checoslovaquia y nombraron a Tiso, como el líder del principal partido eslovaco, primer ministro de esta Eslovaquia autónoma. Hungría, que nunca había aceptado la separación de Eslovaquia que supuso el Tratado de Trianón (1918), se aprovechó de esta situación y persuadió a Alemania y a Italia para que forzasen a Eslovaquia a traspasar a Hungría un tercio de su territorio eslovaco por la concesión supuesta de Viena (arbitraje de Viena, noviembre de 1938).

Teniendo en cuenta esta situación, todos los partidos políticos checos o eslovacos en Eslovaquia (a excepción de los comunistas) unieron voluntariamente sus fuerzas e instalaron el partido de la gente eslovaca “del Hlinka - el partido de la unidad nacional eslovaca” en noviembre de 1938, que creó la base para el régimen autoritario futuro en Eslovaquia. En enero de 1939, el gobierno eslovaco prohibió todos los partidos aparte del partido de la Unidad Nacional Eslovaca, el “Deutsche Partei” (un partido de alemanes en Eslovaquia) y el “Partido Húngaro Unificado” (un partido de húngaros en Eslovaquia).

A partir del febrero de 1939, Alemania realiza planes para ocupar la parte checa. No estando interesados básicamente en Eslovaquia tratan de persuadir a políticos eslovacos para que declaren la independencia de Eslovaquia. El 9 de marzo, 1939, el gobierno de Checoslovaquia despliega tropas en Eslovaquia y Tiso es depuesto de su cargo. El 13 de marzo, 1939, Adolf Hitler invita al depuesto Tiso a Berlín, presionanDo a este para que declare inmediatamente la independencia de Eslovaquia bajo “protección alemana”, bajo amenaza de que, en caso de no aceptar, Alemania permitiría que Hungría y Polonia se anexen el territorio restante de Eslovaquia. Bajo estas circunstancias, Tiso habló por teléfono con el presidente checoslovaco Emil Hácha y el primer ministro de Eslovaquia, Karol Sidor, y ellos acordaron convocar al parlamento eslovaco el día siguiente. El 14 de marzo, el parlamento eslovaco declaró unánimemente la independencia de Eslovaquia, y el 15 de marzo, Alemania invadió las tierras checas restantes.

Tiso sirvió como primer ministro de Eslovaquia independiente a partir del 14 de marzo, 1939 hasta el 26 de octubre, 1939. El 26 de octubre es proclamado presidente (jefe de estado)de Eslovaquia. El 1 de octubre, 1939 es proclamado oficialmente presidente del Partido del Pueblo Eslovaco. Según la manera nacionalista del favorable-nazi, a partir de 1942 , adoptando las formas nazis se autodenomina "Vodca" (líder)

Gobierno



La independencia de Eslovaquia seguía siendo en gran parte ilusoria en el sentido que Eslovaquia se había convertido en un estado títere alemán. El Partido del Pueblo Eslovaco funcionó como la única organización política legal en Eslovaquia. El partido bajo dirección de Tiso se alineó con la políticas antisemitas nazis, aplicandolas en Eslovaquia lo cual no supuso grandes sacrificios dadas la política de Hlinka de una “Eslovaquia para los Eslovacos”, una línea vehemente asumida por Josef Tiso. El acto principal respectivo era el código judío supuesto. Por efecto de la aprobación del "Código Judío" estos en Eslovaquia no podrían poseer ninguna propiedades inmobiliaria o mercancía de lujo, fueron excluidos de trabajos públicos y de profesiones liberales, no podrían participar en deporte o acontecimientos culturales, fueron excluidos de escuelas secundarias y de universidades, y forzados a usar la Estrella de David en público.

Tiso mismo (como mucha gente en Europa central en aquel momento), tenía visiones antisemíticas definidas. Las opiniones difieren generalmente sobre su papel en las deportaciones judías de Eslovaquia, pero se sabe que él se adhirió a la línea nazi en gran medida. Algunas fuentes sostienen la idea de que Tiso apoyó las deportaciones de forma tácita; otras fuentes precisan que las primeras deportaciones se realizaron de forma encubierta a causa de su oposición personal. Sin embargo, documentos referentes al holocausto en Eslovaquia (tal como E.Niznansky y otros. (eds.), na Slovensku, vols de Holokaust. 1-5. Bratislava: NMS/ZNO, 2001-2004) prueban que este consintió las deportaciones y cooperó con los alemanes. De hecho, Hitler elogió la política referente a los judíos de Eslovaquia en una reunión con Tiso en el castillo de Klassheim en Salzburgo (Austria) el 22 de abril 1942.

"El problema judío en Eslovaquia



Como en el Protectorado de Bohemia y Moravia, en Eslovaquia se prohibió a los judíos participar en la vida pública, y luego fueron deportados a campos de concentración. Al igual que en Alemania, se establecieron leyes raciales, de la misma naturaleza que las Leyes de Núremberg, en septiembre de 1941. Con estas leyes se prohibió que los judíos se casaran con personas de otros grupos étnicos, y se les prohibió que ejerzan muchos trabajos. Un mes después, la guardia de Hinkla había enviado a unos 15.000 judíos de Bratislava a campos de trabajo.

El Estado Eslovaco estuvo de acuerdo en la deportación masiva de judíos "para ser reubicados en territorios del este", como parte de la Solución Final, no obstante, el Estado Eslovaco intentó convencer a los alemanes de que consideraran a estos judíos como un reemplazo de los trabajadores eslovacos que debían ser enviados a Alemania. Después de la Conferencia de Wannsee, los alemanes accedieron a las peticiones eslovacas, aunque el Estado Eslovaco debió pagar para deshacerse de cada judío. Inicialmente se accedió en deportar solamente unos 20.000 "judíos sanos y fuertes", pero eventualmente el Estado Eslovaco aceptó una propuesta alemana de despachar a toda la población judía.

Las deportaciones de los judíos

Las deportaciones de judíos de Eslovaquia comenzaron en marzo de 1942, pero fueron paradas - a pesar de la dura oposición de Alemania, que exigió su reanudación - en octubre de ese año por los Eslovacos, cuando una coalición de oficiales gubernamentales apoyados por personalidades del Vaticano intervinieron. Esta coalición había sido formada por un grupo de ciudadanos judíos liderados por Gisi Fleischmann, cuando llegó a estar claro que Alemania nazi no solo empleaba a los judios eslovacos como mano de obra forzada sino que los ejecutaba; se presentaron protestas públicas contra aquello para presionar para que cesen las deportaciones. Eslovaquia se convirtió en el primer estado en la esfera nazi que detuvo las deportaciones de judíos, pese a lo cual unos 58.000 judíos (el 75% de la comunidad judía de Eslovaquia) habían sufrido ya la deportación, sobre todo hacia Auschwitz, de la que solamente una minoría sobrevivió. Entre octubre de 1942 y octubre de 1944, Eslovaquia incluso sirvió como refugio seguro para los judíos que sufrían la persecución en países vecinos ocupados por Alemania tales como Austria, el protectorado de Bohemia y Moravia, Polonia y Ucrania.

Las deportaciones judías fueron reanudadas por las autoridades alemanas ocupantes en octubre de 1944, cuando el ejército soviético alcanzó la frontera eslovaca, y estalló la sublevación nacional eslovaca. Como resultado de la sublevación y del acercamiento de las fuerzas soviéticas, Alemania había decidido ocupar toda Eslovaquia y el país perdió su independencia. Durante la ocupación alemana 1944-1945, 13.500 judíos más fueron deportados y otros 5.000 encarcelados.

Muerte

Tiso perdió el poder cuando el ejército soviético conquistó las últimas partes de Eslovaquia occidental en abril de 1945. Hubo de hacer frente a las acusaciones de “traición interna, traición a la sublevación nacional eslovaca y a la colaboración con el nazismo”. El 15 de abril de 1947, la Corte Nacional (súd de Národný) lo condenó a muerte. Tan solo el presidente Edvard Beneš tenía la capacidad de conceder una suspensión temporal del castigo, pero a pesar de la opinión pública eslovaca y la intervención del Partido Democrático Eslovaco, así como del voto del gabinete checoslovaco contra la ejecución, él rechazó conceder la amnistía de Tiso. Colgaron a Josef Tiso el 18 de abril de 1947.